Al igual que cuando cojes el aire también lo echas, lo echas pensando que va a volver pero cada vez te das cuenta que se va más.. y más .. lejos hasta que llega al punto en el que tus ojos no son capaces de verlo , es ahí, en ese mismo instante cuando te das cuenta de lo que tenías, lo que en segundos recorrió todo tu cuerpo con tan solo un golpe de fuerza.. sin obligarle a nada, y lo peor es que lo único que te tranquiliza en ese momento es la esperanza de que un día volvera y no nos damos cuenta de que eso es prácticamente imposible. Seguidamente sin pensarlo vuelves a coger, aprietas las manos con todo tu fuerza y dejas de respirar por un momento, te das cuenta de que dos lagrimas recorren tu mejilla.. va pasando el tiempo y te cansas de echarlo, hasta que sientes un vacío en tu corazón.. y rompes a llorar pensando en aquel golpe de aire que fue el primero que paso por tu corazón y dejó una huella para siempre.
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