Hoy yo soy totalmente cuerda y tú totalmente loco. Mañana será otro día y yo seré menos cuerda y tú menos loco. Y al siguiente, ¿quien sabe? Quizás tú tengas mi cordura entre los dedos y yo tu locura enredada en mi pelo. Y dentro de un mes puedo ser extrovertida y tú reservado o viceversa. Y quizás mis gracias y tu silencio acaben entrelazados bajo las sábanas. Puedo hacerme la tonta o enseñarte mi lado más intelectual, el domingo uno y el lunes el otro y tú, al contrario y eso nos convertirá por unas horas en libros con carcajadas. Tendré también días tristes y días alegres. En esos seguirá haciendo falta sincronización absoluta... Porque tiene que darnos tiempo a compartir los alegres y animarnos los tristes - y hacer que estos sean los menos posibles. Es probable que el jueves 23 seas caprichoso y yo humilde y ésto ocasione que te haga cambiar de antojo y entonces lleve mi nombre.
Y podría decirte un nuevo rasgo por cada día del año, pero prefiero que lo descubras. Descubrir los tuyos. Descubrir los nuestros.