jueves, 28 de julio de 2011

No podemos cambiar las circunstancias de la vida, el secreto es como las afrontemos.

Toda una rutina aburrida mezclada con un sentimiento extraño. Es así como me siento ahoramismo. Ayer.. un lunes normal, aburrido... MUY aburrido. Podría haber sido un día reencuentro, lleno de risas, caricias, miradas y amor. Y se quedó en tabaco, es decir, en nada. Durante unos segundo creí haber perdido la cordura. Creí haberme desenamorado. Y aunque la mayoría de las veces quisiera que este amor fuera más sencillo, tuviera control remoto y un manual de instrucciones, en el fondo se que nada es fácil en esta vida. Que todo esto es una montaña rusa, en la que unos días estás tan arriba que crees tocar las nubes con los dedos, no pueden quitarte esa sonrisa de la boca y tienes unas ganas impresionantes de comerte el mundo. Pero... por el contrario hay días que te apetece quedarte en tu casa, sin hacer nada. Tan sólo ver pasar las agujillas del reloj, mientras escuchas la radio en el volumen 3.

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